jueves, 20 de septiembre de 2007

La vida de un estudiante de Medicina en Chile.

Mi nombre es Diego. Tengo 18 años y entré a la Universidad Nacional Andrés Bello a estudiar Medicina a principios del 2007. Estudié en elLiceo de Aplicación, y con mucho esfuerzo y gasto de tiempo personal ponderé 757 puntos en la famosa prueba PSU. Faltó poco para alcanzar el objetivo de entrar a la Universidad de Chile, pero de todas formas entré a una de las mejores escuelas de medicina del país. La vida me cambió radicalmente al entrar a estudiar. Recuerdo que el rimer dia de clases en la U, me dijo el Dr Alexis Lama, una eminencia de la Medicina Chilena, que yo no iba a formarme como médico, que iba a transformarme en un médico, y que todo cambío radical significa una marca en la vida personal que nunca nadie podrá borrar. Al pasar los meses comenzamos co las clases y el mundo que en mi gran Liceo me habían enseñado comenzó a cambiar poco a poco. Comienzan las clases de anatomía humana y conozco a otra eminencia de la Medicina Chilena, el Dr. Mandiola, gran anatomista Chileno. El trato hacia nosotros era muy duro. Pensando me di cueta de que esto lo hacen para formar nuestro carácter desde el principio. La vida de un estudiante de Medicina es durísima, amanecerse estudiando, renunciar a muchas cosas que la gente común y corriente no renunciaría, stress, etc etc. Pero es en esos momentos cuando me doy cuenta de que lo mío es esto. Quiero convertirme en un gran Médico, ojalá en un especialista, pero eso es cosa del futuro, se verá más adelante, pero dentro de todo he aprendido que la humildad en un médico es fundamental. Siento unas ganas inmensas de ayudar a esas personas que están enfermas, que viven en poblaciones periféricas de Santiago, que dia a dia se esfuerzan muco y que necesitan de un trato digno, porque todos somos iguales bajo los ojos de Dios. Ese trato hacia la gente y una atención oportuna son inmensamente pagadas por un racias Doctor, por lo menos así lo veo cuando voy al hospital. Las cosas cambian dia a dia, y aunque me esfuerze al áximo y no me saque las calificaciones que antes me sacaba, lejos de bajarme los ánimos, me desafía a seuir adelante para servir a la gente. Una persona aliviada de su dolor, con una gran sonrisa en el rostro es algo que no se puede explicar. Son experiencias que enriquecen la vda de un médico, más que el dinero, más que el poder político, más que nada. Estoy muy contento de tener el honor de vivir la vida de un estudiante de Medicina, los esfuerzos darán frutos y en un futuro de siete años, darán más trabajo social, ¿Qué mejor pago que eso?.